El ‘orgulloso sur de Londres’ habla español, pero, esta vez, no por Yeremy Pino. La del jueves 23 de octubre no fue la noche europea de los equipos ingleses. Si el patinazo del Aston Villa de Unai Emery en tierras holandesas (2-1) fue sorprendente e inesperado, la derrota de los eagles en su propia casa, en la segunda jornada de la Conference League 2025-2026, no se quedó lejos. El ‘españolizado’ AEK Larnaca de Imanol Idiakez, con exjugadores de LaLiga española como Pere Pons, Jorge Miramón y Enric Saborit en el once inicial, asaltó el sur de Londres (0-1).
En un mal día del extremo canario, el mismo en el que Wharton fue suplente y Christantus Uche volvió a tener minutos con el cuadro londinense, el solitario gol(azo) de Riad Bajic desató la locura en el sector visitante de Selhurst Park. Había motivos más que suficientes para que los pupilos de Imanol Idiakez celebraran por todo lo alto, junto con sus aficionados, su segunda victoria consecutiva, en dos jornadas disputadas, en la tercera competición continental. La desilusión de la parroquia eagle fue importante, y es que los pupilos de Oliver Glasner tuvieron ocasiones suficientes, especialmente en las botas y cabeza de Mateta, para haber sacado algo de provecho en el reestreno de Selhurst Park en competiciones europeas.
Uy, Mateta
Sin Wharton pero con Yeremy Pino, la de hoy era una noche especial en Selhurst Park. La grave lesión del venezolano Yerson Chacón, que tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla y entre lágrimas tras una dolorosa torsión de rodilla, restó ritmo y tensión a los compases iniciales del encuentro. El ‘18′ del AEK Larnaca estuvo tendido sobre el césped del feudo londinense, rodeado de sus compañeros y numerosos miembros de los servicios médicos, durante muchos minutos. Pero, acto seguido, los eagles de Oliver Glasner reengancharon a sus aficionados al choque.
El cuadro londinense fue infinitamente superior. Solo la madera evitó que se fueron al descanso por delante en el marcador. La volea en semifallo de Jean-Philippe Mateta fue demasiado picada y, tras botar en el césped y superar por arriba al arquero visitante, salió repelida por el travesaño. La mejor ocasión del Crystal Palace, pero no la última de la que gozó el ariete francés. Un cabezazo de Mateta, en el tiempo añadido, se marchó por poco. Lógico que le buscasen constantemente a él después del hat-trick que marcó el pasado fin de semana ante el Bournemouth.
Hola Uche, adiós tres puntos
Aún más claro fue el testarazo con el que Maxence Lacroix estrenó los segundos 45 minutos. El “uy” retumbó por todo el graderío de Selhurst Park. La imprecisión y la precipitación estaban empezando a pasar factura al equipo del ‘orgulloso sur de Londres’. Si en el primer tiempo fue el español Yeremy Pino uno de los futbolistas más erráticos del Crystal Palace, en el segundo Jaydee Canvot falló de la peor forma posible: regalando un gol al AEK Larnaca.
Aunque el zaguero eagle regaló el balón al rival en la frontal del área, después había que ponerla donde la puso Bajic. Menudo zapatazo se sacó desde fuera del área el delantero del conjunto chipriota a los seis minutos de segunda parte. Esta vez Selhurst Park, en lugar de retumbar, enmudeció. En el sur de Londres solo se escuchaban a los seguidores y periodistas chipriotas.
Entonces, comenzó el asedio eagle. Y también un inconmensurable ejercicio de resistencia por parte de los pupilos de Imanol Idiakez. Justo después de que Alomerovic sacase con un paradón el disparo a bocajarro de Mateta, Oliver Glasner empezó a quemar naves. Adam Wharton, dentro. La grada local coreó el nombre del centrocampista inglés a su salida al terreno de juego. Pero Selhurst Park se desesperaba. Tanto por las pérdidas de tiempo como por las claras ocasiones falladas. Algunas difíciles de creer, como la volea que Nketiah, el gran agitador del encuentro para el Crystal Palace, no acertó a conectar en el área pequeña.
La última carta utilizada por el técnico alemán fue la del exgetafense Christantus Uche. El nigeriano, que venía de jugar con el equipo Sub-21, volvió a gozar de minutos con el conjunto londinense. Siete para ser exactos. Pero Uche tampoco fue el héroe que necesitaban los eagles. Y eso que el Crystal Palace las tuvo de todos los colores, formas y tamaños en el tramo final. A buen seguro que los aficionados del AEK Larnaca recordarán siempre la actuación de su guardameta, así como los tres heroicos, sufridos, agónicos e históricos puntos que se llevaron del sur de Londres.