Matheus Pereira y Santi Ramos Mingo, dos fichajes invernales del Barça B, todavía no han podido debutar por temas burocráticos. Aún así, los dos futbolistas han mantenido la preparación física en sus domicilios durante un confinamiento que han explicado en los medios de comunicación del club.
“Me gusta realizar los ejercicios por la mañana después de desayunar. Y así puedo dedicar la tarde a hablar con mi familia que está en Brasil”, explica Pereira. “La situación en Brasil no es nada buena. Tengo mi madre, mi hermana y mis abuelos, y muchos amigos me cuentan que hay mucha gente que no sigue las normas del confinamiento y por lo tanto, la situación es grave. Lo sufro porqué estoy a mucha distancia, aunque por suerte mi familia está bien de salud”, relata el centrocampista brasileño que llegó al Barça en enero procedente de la Juventus.
Pereira aprovecha el confinamiento para pasar más tiempo con su novia, con quien pasa la cuarentena en su domicilio cerca de la Ciutat Esportiva. Sale a pasear en los horarios ya permitidos desde hace semanas, sacan al gato que convive con ellos y además también aprovecha el tiempo de ocio para ver series – ha visto The Last Dance, La Casa de Papel y The Walking Dead-, jugar a la play o leer libros.
“He cuidado mucho la nutrición y he comido bastantes platos brasileños como la Picanha, Feijoada y la Lasanha”, relata el mediocentro brasileño, que ya tiene ganas de volver a los entrenamientos: “Me estaba sintiendo muy bien en los entrenos antes del Covid-19. Para mi jugar en el Barça era un sueño desde pequeño y tengo muchas ganas de debutar con la camiseta azulgrana”, reconoce el brasileño. “Espero poder ayudar al equipo en este play-off y que podamos subir a la Segunda A”, finaliza Pereira.
Santiago Ramos Mingo tampoco ha podido jugar ni un minuto hasta el momento por temas burocráticos. El central argentino ha pasado el confinamiento junto con sus dos hermanos en el piso situado cerca de la Ciutat Esportiva. “Me he aplicado una rutina para estar preparado al máximo para cuando volvamos. Soy una persona que le gusta levantarse temprano, hacia las ocho de la mañana, desayuno y hago el trabajo físico que nos manda el preparador físico”, desvela Santi Ramos que después de comer – le gusta comer sano -, toma un mate y se prepara para las rutinas de fuerza por la tarde.
Pese a la distancia el central argentino ha estado muy pendiente de su familia, ubicada en Córdoba, su ciudad natal: “Siempre encuentro un momento del día para poder contactar con mi familia. Allí están mis padres y compartimos como esta la situación. Allí en Córdoba han empeorado las cosas y han dado marcha atrás en las fases y han tenido que volver a una cuarentena más dura. No pueden salir ni a pasear, y evidentemente, el fútbol también se ha parado. Por suerte, mi familia se encuentra bien de salud”, explica Ramos.
A nivel de ocio, el argentino ha dedicado su tiempo a ver series como The Last Dance, Juego de Caballeros, A Contratiempo y Vivir sin permiso, mientras que también ha jugado a la play y leído libros: “Estoy leyendo El Guerrero Pacífico de Dan Millman y antes terminé El Deporte que nos une de Humberto Salermo. La lectura es algo que me apasiona porque me aporta muchas cosas. Me aporta conocimiento y es fundamental para aprender y relajarte. Además, me he apuntado a clases de inglés online”, reconoce Ramos.
“Llegar al Barça ha sido un sueño para mi. Los compañeros me han ayudado desde el primer día en la adaptación y la sensación de estar en un club como este es increíble. Tengo ganas de pisar el césped para volver a entrenar y estar preparado por si hay opción de poder ayudar al equipo, y sino, apoyarlo en lo que sea necesario”, sentencia Santiago Ramos.